Nuestra universidad puede tener una capilla de adoración perpetua si pasamos media hora o una hora a la semana con el Señor; para poder así organizar todas las horas de tal manera que cada hora del día y de la noche esté cubierta, con al menos una persona con Jesús, Quién dice: “Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, Yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo”.

Jesús es la persona con quien más fácilmente se puede estar. Esta hora que Jesús quiere que pases con Él, puede ser pasada de la forma que tú quieras, con un libro de oraciones, la Biblia, el rosario, o tal vez estés tan cansado o preocupado que no desees hacer nada sino tan sólo sentarte y relajarte, disfrutando la paz que simplemente emana de estar en Su presencia, porque la escritura dice: ”Él cuida de ustedes….Descarguen en Él todas sus inquietudes”.

Jesús dijo a una santa que a Él le complacía, tanto dormida en la capilla, como despierta hablando con Él en oración, recordándole que cuando ella era una niña pequeña su padre le hubiera dicho lo mismo, si ella se hubiera quedado dormida en sus brazos. Debido a esto san Juan Vianney señalaba el tabernáculo y decía “Jesús está realmente ahí, y si supieran cuánto los ama, ustedes serían la persona más feliz del mundo”.

Organizando la adoración perpetua cualquiera sea la hora elegida le será agradable al Señor. Sin embargo, se debe hacer un llamado especial, para las horas de la noche, entre medianoche y las 6 am porque estas son las horas más difíciles de cubrir, debido al sacrificio que requiere. Cuando Jesús vio tu sacrificio ante Él, en el Huerto, fue grandemente consolado porque supo entonces que su Amor sería correspondido. Cada sacrificio que estemos dispuestos a hacer por amor a Él, queriendo pasar una hora a la semana conforta y consuela su Corazón por aquellos que no lo conocen o aman y gana innumerables gracias para que el mundo vuelva a Él, quien nos dice: “Cuando sea elevado atraeré a todos los hombres hacia mí”.

En la cruz, Jesús fue elevado en odio. Los que están dispuestos a hacer un sacrificio para hacerle compañía en el medio de la noche lo elevan en amor. Por esta razón Dios los bendecirá diez veces más por hacerlo, porque Él no puede ser ganado en generosidad.