CAPILLA DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES
(DE LA AVENIDA CUATRO PONIENTE)
HISTORIA
Una pintura de la «Virgen de Dolores al pie de la cruz» da origen a esta capilla; se colocaba en un nicho sobre un muro de la calle por lo que la llamaban solamente «Nuestra Señora del Nicho»; el español Juan de Buitrago que le profesaba una devoción grande, hacía viajes a diferentes lugares acompañado de sus mozos y mulas; en una ocasión fue asaltado y viéndose ante este gran apuro ofreció a la Virgen que si lo salvaba le construiría una capilla en el lugar en donde estaba la imagen que tanto se veneraba, y se cuenta que al momento los asaltantes se retiraron sin hacerle daño a sus mozos ni a sus bienes. Al regresar consiguió la licencia del obispo don Pedro Nogales e inició la construcción de una capilla de dos bóvedas en la parte posterior de donde estaba el nicho, terminándola a principios de 1738, aunque el historiador Mendizabal da la fecha de estreno de la Capilla del Nicho en el mes de junio de 1733. Con apoyo de las limosnas se hizo un retablo tallado y dorado para el ábside el cual llegaba hasta la bóveda en donde se colocó la imagen en bulto de “La Dolorosa” ataviada con ricos ropajes. Se hicieron además, tres altares similares en el cuerpo de la capilla, tres del lado izquierdo y dos del lado derecho.
Era tal la veneración por la Virgen, que con frecuencia se le otorgaban valiosos donativos que despertaban la codicia de otros, baste como ejemplo de ello lo que el cronista Carrión cuenta del robo sucedido el 4 de enero de 1800, efectuado por Damián Valdivia, mayordomo de carros, quien transportaba el donativo hecho por doña María Josefa Alegría, esposa del virrey don Miguel José de Aranza, y que consistía en ciriales y una cruz de plata, un puñal de oro para la imagen, tres clavos macizos y una corona de oro, objetos de los cuales nunca mas se supo de su paradero.