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viernes 22 de noviembre del 2024

Debemos tener en cuenta que para que existan riesgos mortales a causa del consumo de cafeína, esta debe ser ingerida en porciones equivalente a las que aportan un total de 25 tazas de café, por lo que el riesgo de sufrir algún paro cardíaco es literalmente, mínimo.

No obstante, debemos estar conscientes de que en el ámbito deportivo las cosas cambian, ya sean para bien o para mal. Y es que a pesar de los beneficios que se obtienen a partir de ella, también se puede desarrollar cierta susceptibilidad a algunos efectos secundarios que si bien no ponen en riesgo la salud del atleta, sí llegan a entorpecer el rendimiento; sobre todo cuando se trata de realizar deportes donde la coordinación motora para el desarrollo de una perfecta técnica es indispensable. Debido a ello y, para prevenir episodios de nerviosismo y ansiedad, no se recomienda el uso de cafeína antes de las competencias deportivas.

Los efectos secundarios de la cafeína, aunque se buscan evitar preferentemente en los deportistas de alto rendimiento, también afectan a personas que no practican o practican algún deporte a modo de hobbie, por lo que se debe estar muy al pendiente para moderar su consumo, especialmente si esta se toma de manera aislada, es decir, a través de cápsulas que encontramos en farmacias o tiendas deportivas.

Algunos de estos efectos secundarios, son:

  • Deshidratación
  • Calambres musculares
  • Dolores de cabeza
  • Mareos y náuseas
  • Dolor gastrointestinal
  • Micción frecuente
  • Palpitación del corazón
  • Aumento de la presión arterial
  • Irritabilidad, nerviosismo, ansiedad, depresión
  • Disminución de las habilidades motoras
  • Aumentos de los niveles de cortisol (las personas saludables son menos propensas a estos cambios)

Sin embargo, es importante puntualizar que todos efectos hacen su aparición o se ven potenciados cuando no se tiene un control adecuado en el consumo de la cafeína. En otras palabras, la clave está en la moderación.

La suplementación con cafeína

La cafeína, como sucede con la mayoría de los suplementos, debe consumirse de preferencia, bajo la supervisión de un profesional de la salud, y esto se debe principalmente a que con su consumo se busca optimizar de mayor forma los beneficios para reducir el riesgo de sufrir cualquier efecto secundario posible.

Muchos estudios han demostrado que consumir más cafeína de la recomendada no ayuda en el desempeño deportivo, sino todo lo contrario, es decir, que lo entorpecer y además, esto es precisamente lo que acarrea los efectos ya mencionados.

A pesar de que se recomienda consumir cafeína bajo supervisión médica, lo cierto es que también, en la mayoría de los casos, la obtención de los beneficios más óptimos viene a partir de los ensayos de prueba-error, por lo que es responsabilidad del atleta evaluar todos los aspectos posibles que se desencadenan en el cuerpo luego de 20-30 minutos de haber ingerido una dosis de cafeína. A partir de ahí, se deberán ir probando diferentes medidas hasta conocer cuál es la ideal y seguir este régimen por un par de semanas y en tiempos lo suficientemente separados para evitar que el cuerpo se adapte a ella.

Para darse una idea, lo recomendado para cualquier persona es consumir entre 1 y 3 mg de cafeína por cada kilogramo de peso, de modo que un atleta que pesa 70 kg deberá ingerir entre 70 y 210 mg de cafeína antes de cada entrenamiento.

Tal y como puedes imaginar, la cafeína es un activo de liberación rápida, por lo que no más de 30 minutos serán suficientes para empezar a notar todos los efectos (ya sean positivos o negativos) que ocasiona. A partir de ahí tiene un lapso de 4-6 horas antes de ser eliminada por el cuerpo. De este modo se recomienda consumir la dosis necesaria de cafeína entre 30 y 60 minutos antes de iniciar cualquier entrenamiento.

Muchos atletas, con el fin de evitar la pérdida de tiempo al esperar la liberación completa de cafeína, prefieren consumirla en ayunas, ya que con el estómago vacío, los efectos comienzan a aparecer antes de los 15 minutos o incluso 10. Por otra parte, una persona que no está acostumbrada a entrenar de esta forma y que por tanto requiere de una alimentación pre-entreno como si se tratara de agua en tiempos de sequía, deberá consumir sus dosis de cafeína entre 60 y 120 minutos antes de iniciar con el entrenamiento. Con esto se busca minimizar los efectos secundarios gastrointestinales que pudieran desencadenarse al establecer contacto entre la cafeína y la comida.

Existe otro grupo que prefiere entrenar en semi-ayuno, es decir, consumiendo únicamente algún batido de proteína de suero, caseína o aminoácidos. En cualquiera de los casos, se puede mezclar la cafeína dentro del batido para mejorar aún más el rendimiento.

Alimentos ricos en cafeína

La cafeína puede obtenerse a través de diferentes alimentos como el café, el té y el guaraná, así como el chocolate que es rico en teobromina, no obstante muchos laboratorios dedicados a la fabricación de suplementos venden productos con cafeína en forma de cápsulas para quienes no tienen mucho gusto por el café o prefieren no ingerir calorías a partir de alimentos como el chocolate o guaraná.

En conclusión

¿Es buena la cafeína para el cuerpo? Definitivamente, y por ello es que muchos profesionales del fitness y del mundo deportivo recomiendan su consumo antes de realizar cualquier entrenamiento para mejorar la capacidad física y así tener una mayor preparación de cara a las competencias más importantes.

Sin embargo, es importante recalcar nuevamente que la cafeína desarrolla un proceso de adaptación (más no de adicción), es decir, que a medida que se va ingiriendo de forma regular (por ejemplo, tres veces por semana), el cuerpo comienza a hacerse más fuerte para evitar los efectos que ocasiona. De esta manera nos veremos obligados a consumir cada vez una mayor cantidad, lo que resulta contraproducente para la salud.

https://www.mipielsana.com/cafeina-antes-de-ejercicio/