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viernes 22 de noviembre del 2024

La cafeína es una sustancia natural muy estimulante que puede ayudarte para aumentar el rendimiento físico, conoce los riesgos que corres en apoyarte en el café.

En las últimas décadas la cafeína ha ganado una gran aceptación a nivel mundial debido a sus efectos estimulantes que permiten un mayor rendimiento en las estresantes actividades de la vida cotidiana que nos exigen un mayor desgaste mental como lo pueden ser el trabajo, la escuela o incluso hacerse cargo de la casa y todo lo que ello involucra.

En adición a ello, no son sólo los estudiantes u oficinistas ven en la cafeína el elixir mágico para ponerse de pie cuando la mente ya no puede, sino que también dentro del mundo del fitness y deportes en general, ha aumentado su popularidad debido a que también se ha demostrado científicamente que las dosis adecuadas de esta sustancia antes de cada entrenamiento son excelentes para mejorar el rendimiento físico de culturistas y todo tipo de deportistas.

Además de las ya mencionadas, la cafeína también debe su popularidad a la facilidad con la que se puede acceder a ella, y es que esta se encuentra disponible en alimentos de uso común como las hojas de té y los granos de café, entre otras fuentes como el guaraná. Diversas sustancias conocidas como homólogas de la cafeína pueden ser la teobromina y la teofilina, disponibles en alimentos como la nuez de cola y planta de cacao. Estas dos, aunque parecidas, pueden llegar a ocasionar efectos distintos en el ser humano, sobre todo cuando se consumen en cantidades significativas.

Hay que entender si bien es cierto que la cafeína ayuda aumentar el rendimiento físico y mental de quien la consume, esta no puede ser considerada como un alimento tal cual, ya que no aporta energías, sino que más bien se trata de un estimulante que bloquea las glándulas receptores de adenosina que se encuentran en el cerebro. La adenosina es una hormona conocida por estar estrechamente relacionada con la aparición del cansancio y la fatiga, por lo que al estar completamente inhibida gracias a la cafeína, es que se tiene esa sensación enérgica, pero no precisamente porque haya un aporte calórico, a menos claro, que se esté ingiriendo como parte de una bebida energética, de las que también hay muchas en el mercado.

Beneficios del consumo de cafeína

El consumo de cafeína no se limita únicamente a inhibir el sueño u ocasionar esa sensación de energía repentina, sino que también activa varias alertas que ponen en marcha a todo el organismo para agudizar sus funciones. Entre estas características podemos encontrar:

  • Aumento en la frecuencia cardíaca
  • Mejora en la vasoconstricción
  • Aumento de la psicoestimulación
  • Mejora de la micción
  • Aceleración de la tasa metabólica

La cafeína para mejorar el rendimiento deportivo

¿Consumir cafeína nos puede ayudar a ganar más músculo? La respuesta es no, al menos no de manera directa; sin embargo, al poder reducir esa sensación de cansancio, característica de una dura sesión de pesas, sí que nos puede ayudar al permitirnos manejar un mayor volumen de entrenamiento, lo que lleva a los músculos hasta el límite, dando paso a una mayor estimulación para el crecimiento de estos.

Además de ello, podemos ser testigos, a través de diferentes estudios que esta sustancia también es ideal para mejorar el rendimiento en actividades aeróbicas como lo pueden ser el trotar o nadar, entre otras. Lo más destacable del consumo de cafeína es que todos estos beneficios no se encapsulan en traer mejoras físicas, sino que también actúan para beneficiar a los procesos fisiológicos del organismo, entre las que podemos sacar a relucir algunas como:

  • Aceleración del metabolismo de los carbohidratos exógenos
  • Aumento de la oxidación de los ácidos grasos
  • Aumento de los niveles de epinefrina, también conocida como adrenalina
  • Broncodilatación
  • Disminución de los niveles de potasio intersticiales musculares

Resumiendo cada punto tenemos que al tener una mejor metabolización de los carbohidratos, el cuerpo comenzará a utilizar las reservas de tejido adiposo, siendo que de esta manera resultará mucho más fácil poder eliminar la grasa acumulada. Al tener mayores niveles de adrenalina en el cuerpo, también se recibe un mayor estímulo psicológico, lo que incita a seguir dando el máximo esfuerzo, incluso cuando creemos que estamos a punto de tirar la toalla. Seguidamente, la broncodilatación se refiere al aumento del diámetro de los bronquios, lo que a su vez, se traduce en una mayor capacidad de absorción de oxígeno (VO2 máx). Por último, la disminución del potasio intersticial muscular ocasiona una menor sensación de fatiga en los músculos durante los ejercicios intensos, tal y como se describe algunos párrafos más arriba.