Por: Flor Alejandra Galindo Aguilar Ver
grupo de mujeres que compartimos el cariño por el bordado, un 8 de marzo decidimos unirnos para crear una muestra colectiva. Nadia Reyes San Martín, una creativa diseñadora, Andrea Fernández Sevilla, Katia Juárez Flores y Naxielli Rojas Arjona, talentosas artistas plásticas egresadas de ARPA, incluyéndome como parte de este grupo que tiene la necesidad de comunicar lo que hay dentro, de lo que nos apoderamos a través de la imagen del cuerpo y el bordado.
La exposición generó una interacción natural con las mujeres que veían la muestra, escuchábamos comentarios que nos enseñaban el interés que ellas también tenían de crear sus propios discursos por medio del bordado y la versatilidad textil.
Así empezó a fraguarse lo que ahora llamamos El Deshilache, talleres que compartimos con el objetivo principal de brindar, a través del bordado, un medio para que quienes se integran en ellos logren conceptualizar temas afines con sus cuerpos, emociones e historias, e indirectamente, se refuerce al bordado como un recurso de arte contemporáneo, recordando que mientras bordamos se abre una burbuja atemporal donde nuestro presente transcurre lentamente, nuestra mente viaja al pasado y, a través de nuestras manos, creamos una pieza que nos permitirá comunicar nuestro mensaje en un futuro para aquellos ojos que necesitan saber que tienen cobijo.
Es así como a través de la aguja y el hilo se posiciona el bordado no solo como una acción de resistencia sino también como una forma de pensamiento y subsistencia, constituyéndose así en un hecho artístico que revela el universo simbólico de cada individuo. Se genera entonces una experiencia de arte relacional que reconoce la creación de puentes afectivos para promover conexiones a través de la memoria emocional y la representación del recuerdo.
Se trata así de la acción simbólica de bordar juntos como un acto íntimo de comunicación que se brinda en los talleres que impartimos en el colectivo, mediado por la palabra y el silencio, la mirada y la escucha, el hilo y la trama, que posibilita el autoconocimiento y la autoaceptación de una identidad resignificada en cada objeto, lugar y persona.
Estas piezas que son el resultado del taller “Incidencia en el Cuerpo” pretenden ser un acercamiento a aquellas historias ocultas que necesitan hacerse visibles y por lo tanto logran una perspectiva desde la cual reconsiderar al cuerpo y recuperar la posesión de este.
En El Deshilache nos hemos planteado como objetivo general, entender y compartir todas las afecciones que como individuos generamos y encarnamos con nuestro cuerpo a lo largo de nuestras vidas. Esta propuesta visual intenta ayudar a percatarnos de la forma en que se construye la diversidad, que nos ofrece entenderla y reconocernos junto con ella, teniendo un centro: el cuerpo.