He trabajado en temas de mujer, feminismo y género desde que tenía veinte años. Este interés explica mi recorrido personal y académico. En el 2003, fui parte del equipo fundador del Instituto de Estudios Superiores sobre la mujer del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, cuyo objetivo es promover la aportación de la mujer en la Iglesia y en la sociedad. Dirigí el Instituto durante tres mandatos: de 2009 a 2019. Actualmente soy la responsable del área académica y de investigación. Soy profesor invitado en la Facultad de Filosofía del mismo Ateneo, en la Facultad Pontificia Teológica Teresianum y en el Instituto Desarrollo y Persona de la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid). En mis cursos busco que los jóvenes se dejen interpelar por las preguntas y heridas de nuestro tiempo, y busquen categorías adecuadas para dialogar con el mundo postmoderno. De mayo de 2017 a mayo de 2019 fui la responsable de la oficina de la mujer en el Dicasterio para los laicos, la familia y la Vida del Vaticano. Esto me permitió ampliar mis horizontes y comprender mejor la situación de las mujeres en todo el mundo, así como la cuestión de las mujeres en la Iglesia. Participé como moderador de un grupo en la reunión pre sinodal del Sínodo de los jóvenes y el discernimiento vocacional. Esta experiencia me marcó profundamente, y aumentó mi deseo de encontrar categorías con las que poder dialogar con los jóvenes sobre el género y la sexualidad. La pastoral juvenil ha sido siempre un estímulo para mi trabajo académico. Desde mayo de 2019 soy miembro del comité editorial de la revista Donna Chiesa Mondo del Osservatore Romano, que es la única revista del Vaticano que se ocupa de llevar la perspectiva femenina a las cuestiones que afectan a la Iglesia y a su modo de estar en el mundo. Colaboro también con la editorial Ciudad Nueva. Desde 2014 he colaborado en la formación de sacerdotes, religiosos y seminaristas mediante cursos, ejercicios espirituales y acompañamiento personal, principalmente en Roma pero también en el seminario patriarcal de Venecia, en la diócesis de Monterrey y en la diócesis de Medellín. Estoy convencida de la necesidad de la aportación de las mujeres en la formación de los presbíteros. Actualmente soy parte del equipo formador de un seminario en Roma.